sábado, 22 de febrero de 2014

HE AMADO TANTO


He amado tanto, al punto de enfermarme,
me he enfermado de amor varias veces,
de amor febril, que no pasa con dipirona
ni con el chorro de agua fría de la mañana
de los inviernos donde el sol se esconde.
He amado tanto, que me he mareado
de las vueltas y vueltas que dan los recuerdos
en el vacío que ha dejado el Alzheimer,
buscando poner curitas a los momentos,
de golpes y heridas que han dejado en mi
las despedidas y los besos de adiós
de amores que emprendieron vuelo.
He amado tanto, pero tanto he amado
que hoy ya ni cuento amores viejos,
a quienes deposité en un baúl sin fondo.
He amado tanto, y aún deseo seguir amando,
mi alma sedienta vive presa a un cuerpo
que hambriento busca devorarse
a su presa que ha cazado con la flecha,
aquella flecha mágica con punta de miel
que cuando da en el blanco, lo da con fuerza
en el corazón salvaje y nómada
de aquel que no ha querido amar tanto.

©Mabel Coronel Cuenca

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