Muchas veces peleamos contra algo que es más grande que nosotros, que siempre tendrá la razón y que al fin de cuentas tendrá la decisión final; estoy hablando de la vida. Creemos que lo sabemos todo, que nuestro destino está en nuestras manos, ¡claro que lo está! Pero la propia vida moverá sus fichas nos guste o no.
Lo que quiero decir con esto, es que por algo suceden las cosas y aunque
a veces no entendamos y nos frustremos, los errores son un escalón que nos
llevará a la cima. Y las personas que se van de nuestra vida es porque tarde o
temprano se iban a retirar, aun cuando juraron no hacerlo.
Existen altos y bajos, nosotros subiremos con
fuerza pero esa misma fuerza nos traerá abajo; es la ley de la vida. Pero con
ese “sube y baja” aprenderemos a ser más fuertes, a luchar por lo que queremos
y a ver la vida con ojos esperanzados.
Y aunque en ocasiones no entendamos el sentido
de nuestro rumbo, al final siempre habrá una razón estable que nos brindará las
respuestas necesarias. No es fácil, lo sé, pero es lo que tenemos que vivir, lo
que está escrito y lo que nos hará ser mejores personas.
No te encierres en frases como “¿por qué me
pasa esto a mí?” o “¿qué es lo que hecho para merecer esto? Agárrate fuerte,
enfrenta la vida y vívela sin límites. No te quedes parado viéndola pasar,
arriésgate a ser feliz y no te escondas de algo que podría ser la mejor
experiencia de tu vida.
Si la vida te quita algo, es porque no lo
necesitabas y tú no eres de esas personas que le gustan los estorbos, a ti te
gusta tener lo mejor de lo mejor a tu lado. No te aferres a lo que no que pasó,
aférrate a lo que podría pasar y a las personas que vendrán sin un tiquete de
ida; ellos se quedarán por siempre.
Katy Meza