sábado, 24 de marzo de 2012

¿Para qué sirve un minuto?

Un minuto sirve para sonreír.

Sonreír para el otro, para ti y para la vida.

Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua.

Se requiere apenas de un minuto para evaluar la inmensidad del infinito, aunque sin poder entenderlo.

Un minuto apenas para escuchar el canto de los pájaros.

Un minuto sirve para oír el silencio, o comenzar una canción.

Es en un minuto en que uno dice el "sí" o el "no" que cambiará toda su vida.

Un minuto para un apretón de mano y conquistar un nuevo amigo.

Un minuto para sentir la responsabilidad pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria.

En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, crer, vencer y ser.

En un simple minuto se puede salvar una vida.

Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo.

Un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar o de una vida.

Basta un minuto de atención para hacer feliz a un hijo, un padre, un amigo, un alumno, un profesor, un semejante.

Solo un minuto para entender que la eternidad está hecha de minutos.

De todos los minutos bien vividos.

Un minuto... Cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta... pero también cuántas veces traemos a nuestras vidas los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y también de tristezas.

Decimos "un minuto" y nos parece nada.

Pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, cómo se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestros trabajos, cómo se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, cómo nos llena de emoción ese minuto en que nos entregan a nuestro hijo al nacer, y cómo también deseamos que la vida le otorgue más minutos a quien la muerte separará físicamente de nosotros y no veremos más.

Un minuto... parece increíble... parece tan poquito y sin embargo puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida.

Lo importante es no vivir la vida porque sí, dejando pasar el tiempo.

Alguien alguna vez dijo: "Vive cada minuto como si fuera el último".

Si todos recordáramos esa frase a diario aprenderíamos a vivir la vida intensamente.

Aprenderíamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que "si no es hoy será mañana".

Tu tiempo es ahora... el futuro es incierto...

Vive cada minuto intensamente.

La vida es Hoy... Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.

Fácil es.. difícil es..

Fácil es ocupar un lugar en una agenda telefónica.

Difícil es ocupar el corazón de alguien...

Fácil es herir a quien nos ama.

Difícil es curar esa herida...

Fácil es dictar reglas.

Difícil es seguirlas...

Fácil es soñar todas las noches.

Difícil es luchar por un sueño...

Fácil es exhibir la victoria.

Difícil es asumir la derrota con dignidad...

Fácil es admirar una luna llena.

Difícil es ver su otra cara...

Fácil es saber que estás rodeado por personas queridas.

Difícil es saber eso y no sentirte solo...

Fácil es tropezar en una piedra.

Difícil es levantarte...

Fácil es disfrutar la vida todos los días.

Difícil es darle el verdadero valor...

Fácil es prometerle a alguien algo.

Difícil es cumplirle esa promesa...

Fácil es decir que amamos.

Difícil es demostrarlo todos los días...

Fácil es criticar a los demás.

Difícil es mejorar uno mismo...

Fácil es cometer errores.

Difícil es aprender de ellos...

Fácil es llorar por el amor perdido.

Difícil es cuidarlo para no perderlo...

Fácil es pensar en mejorar.

Difícil es dejar de pensarlo y solamente hacerlo...

lunes, 19 de marzo de 2012

Muere lentamente

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no se arriesga a vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las íes a un remolino de emociones: justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

¡Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar!

Comparte tu luz

Un filósofo de oriente, contó a sus discípulos la siguiente historia: Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró encender una pequeña tea, pero la luz que daba era tan escasa que aun así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendiera su propia tea, y así, compartiendo la llama con todos, la caverna se iluminó.

Uno de los discípulos preguntó al filósofo: ¿Qué nos enseña, maestro, este relato?

Y él contestó: "Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario la hace crecer".

El compartir nos enriquece en lugar de hacemos más pobres. Los momentos más felices son aquellos que hemos podido compartir. Que Dios nos dé siempre la luz para iluminar a todos los que pasen por nuestro lado.

La verdadera amistad, es flor que se siembra con honestidad, se riega con afecto y crece a la luz de la comprensión. Si una vela enciende otra, así pueden llegar a brillar miles de ellas. De igual modo si iluminas tu corazón con amor, puede que ilumines miles de corazones.

Un fósforo es un objeto aparentemente insignificante pero tiene un gran poder: Puede encender miles de luces, pero para lograrlo tiene que arriesgar su cabeza.

¡Arriésgate a compartir tu luz, tu tiempo, tus conocimientos, tus afectos, tus pertenencias!

domingo, 11 de marzo de 2012

Tus miedos..tu peor enemigo!

… SI NO TE DAS CUENTA, TU PEOR ENEMIGO PUEDES SER TÚ, ES DECIR, TUS MIEDOS.

- Sin darte cuenta, el miedo te roba oportunidades.

- No te deja ver la realidad como es.

- Hace que te sientas muchísimo menos de lo que realmente eres.

- Hace que creas que tienes muchísimas menos opciones (infinitas, en todo el sentido del término) de las que realmente tienes. - Te lleva a adoptar una posición existencial empobrecida, descontada y banalizada frente a otras en las que podrías vivir con prosperidad.

En definitiva, tus miedos son un conjunto de amenazas que tú pones y que te impiden ser, de verdad, competente. Que etimológicamente quiere decir ser “adecuado”, que a su vez significa “apto”. O sea, que el miedo te convierte en “no apto” para tu propia vida.

Oportunidades!

No hay que creer a aquellas personas que se quejan de las falta de oportunidades, porque la vida misma es una inmensa oportunidad.

El que no ve las oportunidades en el aire es que no sabe, no sirve, no vale, no tiene nada que hacer en esto ni en lo otro.

El entusiasmo

La palabra entusiasmo proviene del Griego y significa tener un Dios dentro de sí.
La persona entusiasta o entusiasmada es aquella que es tomada por uno de los dioses, guiada por su fuerza y sabiduría, y por ese motivo podría transformar la naturaleza que lo rodea y hacer que ocurrieran cosas.
Sólo las personas entusiastas son capaces de vencer los desafíos de lo cotidiano. Es necesario por lo tanto entusiasmarse para resolver los problemas que se presentan y pasar a una nueva situación.
El entusiasmo no es una cualidad que se construye o que se desarrolla. Es un estado de fe, de afirmación de sí mismo.
La persona entusiasta es aquella que cree en su capacidad de transformar las cosas, cree en si misma, cree en los demás, cree en la fuerza que tiene para transformar el mundo y su propia realidad. Está impulsada a actuar en el mundo, a transformarlo, movida por la fuerza y la certeza en sus acciones.
Es necesario creer en uno mismo, en la capacidad de hacer, de transformarse y transformar la realidad que nos rodea.

Dejar de un lado toda la negatividad, dejar de un lado todo el escepticismo, dejar de ser incrédulo y ser entusiasta con la vida, con quienes nos rodean y con uno mismo.

jueves, 8 de marzo de 2012

El niño que fuimos

Tenemos que escuchar el niño que fuimos un día, y que todavía existe dentro de nosotros.

Ese niño entiende de momentos mágicos.

Ese niño que fuimos un día continúa presente.

Si no nacemos de nuevo, si no volvemos a mirar la vida con la inocencia y el entusiasmo de la infancia, no tiene sentido seguir viviendo.

Permitamos que tome un poco las riendas de nuestra existencia.

Ese niño sabe que un día es diferente de otro.

Recuerden que la sabiduría de los hombres es locura ante Dios.

Si escuchamos al niño que tenemos en el alma, nuestros ojos volverán a brillar.

Si no perdemos el contacto con ese niño, no perderemos el contacto con la vida.

Una lagrima

Una lágrima: es eso que humedece los ojos del mundo. Y que el mundo se empeña en ocultar. Es eso que nos tragamos tantas veces por soberbia, por orgullo, por demostrar fortaleza y queda atorada en la garganta, apretada en el corazón, comprimiéndonos todo. Es tan profunda, que no sabemos con certeza de donde nace, ni si podrá morir alguna vez. A veces una lágrima: cicatriza una herida, lava una pena y ablanda. Una lágrima: es un recuerdo, una angustia, una desesperación, una interrogante. Una lágrima: puede ser a veces el comienzo del perdón, la primera luz de la rectificación que hace estrechar una mano. Una lágrima: puede ser rebeldía o arrepentimiento, odio, amor, luz o sombra. Una lágrima puede ser el sueño desvanecido que rozó nuestros párpados o el amor perdido que aún está dulce, húmedo. Una lágrima: es a veces la gota mágica que hace cambiar por dentro cuando tenemos que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima ayuda. Cuando la derramamos en el corazón querido, o en la intimidad de la amistad, la lágrima une, estrecha, funde. La lágrima transforma, enseña, disuelve los rencores, las espinas, las malas yerbas que van creciendo en la amistad e impidiendo acercarse, abrazarse, comprenderse. La lágrima descubre. El que ignora tus motivos, no te conoce.

domingo, 4 de marzo de 2012

Un día decidí triunfar

Si tu quieres algo , si tú Ansias algo , No importa cuando lo desees Nunca lo tendrás si NO HACES NADA , Debes moverte , visualiza lo que quieres, piensa en positivo , despiértate , enderézate , pon todas tus energías en esto , tu mejor predisposición , abre tus sentidos , piensa , imagina , siéntelo , como sería ser / tener , eso que tanto deseas , siéntelo propio , siente como si ya lo tuvieras , siéntelo como si fueras un profesional en esto ,

Tu sabes que conoces todo lo necesario y lo que no , pues Improvisa , da lo mejor de ti , y lo que quede por aprender se aprenderá en el camino , pero sal a buscar " ESO " de una Vez por todas y piensa en positivo , y trata de no escuchar demasiado lo que diga la gente de tí o de lo que deseas , porque los demás que no pueden hacer algo tratarán de decirte a tí también que eres incapaz , que es imposible , QUE NO TE IMPORTE.

Un día puede ser como otro cualquiera. Pero la verdad es que para ti puede ser diferente. Podemos cambiar cualquier situación si tomamos una decisión. La vida es una suma de decisiones. Y claro… corremos el riesgo de equivocarnos. Pero cual es el valor de la vida si no lo intentamos?

Hoy tienes que tomar una decisión. ¡Que serás un triunfador!