Si me vas a amar, ámame ahora mientras yo pueda gozar de todos los tiernos y dulces sentimientos que fluyen del cariño verdadero.
Ámame ahora, mientras viva, no esperes a que me haya ido para grabar en mármol palabras de amor ardiente en piedra fría.
Si tienes pensamientos cariñosos y dulces acerca de mí, ¿por qué no me los susurras ahora?
Si esperas a que esté dormida para nunca más despertar, habrá paredes de tierra entre nosotros y no podré oírte entonces.
No necesitaré de tus caricias cuando la hierba crezca sobre mi cara. No desearé tu cariño o tus besos en mi último lugar de descanso, así que si me amas, aunque sea un poquito, házmelo saber mientras estoy viva.
Así podré tenerlo y atesorarlo...
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