No hay mayor
silencio
que ojos que ya no
se buscan,
ni mayor distancia
que miradas que no
se encuentran.
No hay peor olvido
que el que siempre te recuerda,
ni peor recuerdo
que el tratar de olvidarte.
No hay peor sueño
del que me hiciste despertar,
ni peor realidad
que saber que no me dejarás soñar.
No hay peor dolor
que el que ya no me quieras,
ni mayor sufrimiento
que llevarte siempre dentro.
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