“Y me besó. Fue el tipo de beso del que
nunca podría hablar
en voz alta con mis amigos.
Fue el tipo de beso
que me hizo
saber que nunca
había sido tan feliz en toda mi vida."
Stephen Chbosky
La había besado como quien se lleva un vaso de agua fresca a los labios.
Estaba ardiendo; tenía la garganta y el interior de la boca como agrietados por
el calor, resecados por el ardor de una llama. Aquella piel resplandeciente y
suave le aliviaba la sed. Al mismo tiempo, lo veía todo con esa lucidez que dan
el insomnio y la fiebre. Había olvidado el nombre de aquellas chicas y también
el suyo.
Irene Nevirosky
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