jueves, 31 de octubre de 2013

“Y me besó. Fue el tipo de beso del que 
nunca podría hablar en voz alta con mis amigos. 
Fue el tipo de beso que me hizo 
saber que nunca había sido tan feliz en toda mi vida."
Stephen Chbosky





La había besado como quien se lleva un vaso de agua fresca a los labios. Estaba ardiendo; tenía la garganta y el interior de la boca como agrietados por el calor, resecados por el ardor de una llama. Aquella piel resplandeciente y suave le aliviaba la sed. Al mismo tiempo, lo veía todo con esa lucidez que dan el insomnio y la fiebre. Había olvidado el nombre de aquellas chicas y también el suyo.
Irene Nevirosky

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