lunes, 22 de febrero de 2016

Déjalo allá, donde el eligió estar


Sé que muchas veces nos negamos a  aceptar cuando  el cariño y el amor se han desgastado, llámalo luchar para recuperar el amor, o tal vez aferrarte a la idea de que con esfuerzo, todo tiene solución

Sé que cuando estamos enamorados, no vemos defectos, todo parece ser eterno, bastan solo los besos para sentirse pleno.  Pero de repente y  sin previo aviso, todo se viene abajo, cambia el panorama, de pronto descubres que los besos ya no saben igual, que el cariño ya no sabe a nada.

Lo peor del caso, es cuando comienza la indiferencia, esa que va tallando el amor, como una  lija, de pronto las palabras bonitas se quedan en el olvido, las sonrisas y caricias furtivas escasean, pero cuando siente que te pierde, se reanima, te hace creer que el fuego se reaviva, y cuando de nuevo te siente segura, te ignora y te olvida.

Y así como círculo vicioso, en ese interminable juego de amor, desprecio y “te perdono”, se va perdiendo la ilusión, se va perdiendo la seguridad, se va perdiendo todo…

Aunque hablando francamente, deberías  dejar de perder tu tiempo. ¡Detente! Comprende que eres víctima de tu propia mente, que has caído en el juego, en su juego cruel de no quererte, pero tampoco querer perderte.

Nadie, absolutamente nadie debería aceptar amores víctima,  todo el mundo merecemos un amor cálido, mágico, y solamente tú tienes el poder de salir de esa rutina que te destruye, que te lastima.


Creo que la culpa es mutua, de la contraparte y su ego por no sentirse perdedor, conoce tus debilidades y las aprovecha, conoce tus reacciones, tu sensibilidad, se creé con el poder de manejarte, de manipularte; peor también es tuya, por no entender que el amor es libertad, que el amor verdadero se desvive por brindar felicidad.

Así que toma aire, ármate de valor y enfrenta el egoísmo de quien no sabe amarte, reconoce tu valor como persona, tu fortaleza como mujer, pon fin a esa historia que provoca angustia, que nunca te dejará encontrar la felicidad que mereces tener.

Sé que las desilusiones son dolorosas, pero la realidad es que el tiempo cura heridas, que el dolor es pasajero, que todo apego logra el desapego, que solo necesitas fuerza y amor propio para superar.

Debes ser fuerte y no dar marcha atrás, no dejar que la debilidad te vuelva a dominar

No puedes permitir humillaciones, ni la inestabilidad de un amor que no es capaz de reconocer sus emociones, no te conformes con  ser la opción de alguien que no sabe lo que quiere, y es que mereces a un amor que no tengas dudas, mereces a un amor que se quede.


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