¿Te has preguntado por qué no llega el amor de tu vida? ¿Por qué no ocurre lo que tanto esperabas? Pues tal vez no estás preparada y necesitas más experiencias para apreciar realmente el significado del amor. Si no ocurre es por algo, ¡obviamente!
Yo soy de las que piensan que lo que no llega es porque no tiene que llegar, porque el tiempo no es el indicado y porque aún no lo necesitas. En vez de pensar en lo que no tenemos, deberíamos enfocarnos en lo que sí tenemos a nuestros pies, deberíamos disfrutar el presente y dejar de mortificarnos por algo que ni tan siquiera sabemos si va a llegar.
Hay que ir poco a poco, paso a paso y momento a momento. El amor es muy impredecible, no sabemos que nos puede quitar o que nos puede regalar el día de mañana, así que estar listo y con la menta abierta, es lo único que podemos hacer.
Yo creo que el ahora es más importante que el después. Sé que estos amoríos fugases y estas fallas amorosas, son una práctica o una preparación para lo que realmente viene; para cuando llegue mi amor incondicional. Y tal vez pienses que estoy loca o soy muy ilusa por lo que digo, pero sé que cuando llegue estaré preparada para recibirlo.
Conoceré la diferencia entre un amorío y una atracción, entre amar y sólo querer, entre lo que quiero y lo que es realidad. ¡Estaré preparada, sí que lo estaré! Porque todas las caídas, lamentos y el llanto que me ha atormentado en temas de amores, valdrán la pena y tendrán sentido hasta ese momento.
Las experiencias y lo que vivo hoy es para convertirme en una mejor persona mañana. Y cuando llegue ese ser especial que he soñado sin cerrar los ojos, lo recibiré con los brazos abiertos y con el corazón más sano que nunca.
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