El tiempo, el destino y la suerte se tienen que unir para que el amor funcione y para que una relación logré sacar sus frutos. Cuando el tiempo está en contra tuyo entonces no hay nada que hacer.
Puedes conocer a la persona más maravillosa del mundo y puede existir amor mutuo, pero si el momento no es el indicado lamento informarte que las cosas no funcionarán. Al inicio no quieres pensar en eso pero con el tiempo te darás cuenta que aunque hubieras luchado hasta el final, el resultado iba a ser el mismo: una relación sin futuro.
Pudo haber sido la inmadurez, la falta de amor, la edad o la forma de pensar de alguno, el caso es que no era el momento para estar juntos. Sientes que ahora eres mucho más experimentada y madura, y que tal vez la relación ya funcionaría. ¡Exacto! ¡Eso es! No hubieras adquirido ese pensamiento y esa madurez si te hubieras quedado a su lado, ¿no lo ves? Todo pasa por una razón.
Crees que perdiste una gran oportunidad, que lo echaste todo a perder y que él puedo haber sido el indicado sino hubieras tirado la toalla, pero ¡oye! Tienes que reconocer que la relación no iba a funcionar por más que quisieras, que el tiempo no era el indicado y que contra él no se puede hacer nada. Era como nadar contra corriente.
Conociste a un excelente hombre pero en el momento menos indicado. No te sientas mal ni lo recuerdes como una triste anécdota, más bien recuérdalo con amor y como un gran paso para llegar a ser la grandiosa mujer que eres hoy.
Pronto te llegará el momento indicado con la persona correcta y entonces entenderás que ese no era tu momento, sino una enseñanza de vida.
Autor: Katy Meza
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