Los únicos regalos del mar
son golpes duros,
y ocasionalmente la chance de sentirse fuerte.
No conozco mucho acerca del mar,
pero sé que así es.
Y también sé lo importante
que es en la vida
no necesariamente ser fuerte,
sino sentirse fuerte.
Medirse uno mismo aunque sea una vez.
Encontrarse aunque sea una vez en las
más primitivas condiciones humanas.
Enfrentando la ceguera y la sordera solo,
sin nada que te ayude excepto tus manos
y tu propia cabeza.
Alexander Supertramp
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