viernes, 26 de julio de 2013

Ella soñaba poca cosa


Ella soñaba poca cosa. 
Soñaba y esperaba ser un día
El sueño de un hombre soñador.
Ser lo más grande y hermoso de su vida
Ella soñaba habitar su corazón.
Revolotear en su mente
Aun en la más larga distancia.
Ella soñaba poca cosa, solo
Ser la mujer a la que el amara.


Que feliz seria, se decía en su casa solitaria
Si un hombre de rostro amable
Y limpio corazón me soñara.
Seria mi soledad así mas linda, mas amada.
Si yo pudiera llamar a puerta de  aquel hombre
Aquel de rostro sereno y esquiva mirada
Aquel elegante y discreto caballero
Que entre todos los demás se distingue
Porque me vi, reflejada en su mirada.


Si yo pudiera saber que el me sueña
Ya nada mas me haría falta
No temería a la noche ni a la luna
Ni esperaría impaciente el sol del alba
Porque seria amanecer todo en mi vida
Porque todo dolor y pena así, seria olvidada
Si sus manos, sus manos...
Se soñaran por mi acariciadas


Ella soñaba poca cosa
Y le miraba a través de la ventana
Le veía pensativo y solitario con esa  dulce sonrisa siempre es su cara
Escribiendo en su cuaderno
¿historias, poemas, cartas...?
cuanto ella desearía que fuesen
pensamientos o cartas a ella dedicadas.


Ella ahora temía asomarse a mirar
No por temor a que el la viera
Si no por miedo a hallar en la habitación
Alguna otra cara nueva
Siempre temió encontrar el rostro
De una mujer o niños que jugaban
Muchos días ni tan solo abría la ventana
Para no encontrar al otro lado
Ningún motivo con que perder la esperanza.



Ella soñaba poca cosa
Pero ya no sueña nada
Tiene algo muy valioso, a ella le basta
Tiene la sonrisa que el le dedico una mañana
Una sonrisa para ella. La tiene bien guardada
Grabada a través de sus ojos
En cada rincón de la casa
Ya nunca se siente sola, ya no mira a la ventana
Ya tiene aquel regalo que necesitaba.
NO necesita mas
Ya es feliz. No teme nada.
¿Quien pudiera como tu gran mujer, conformarse y ser feliz con una sola sonrisa, con una mirada?

2 comentarios:

  1. No quiero necesitarte
    porque no puedo tenerte

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  2. Sin ti las emociones de hoy
    no son más que la piel
    muerta de las de ayer

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