jueves, 30 de mayo de 2013




Ella lo miro con ternura,
y le pregunto

que si quería ser su cielo su sol
su todo,
y el le respondió un No frío y distraído,
aunque en el fondo se moría 
por decirle que si,
y se alejo como quien se pierde
en la melancolía sombría,
y sus lágrimas cayeron en 
la tierra seca y agrietada del dolor…




Néstor Augusto Esquivel Donato

No hay comentarios:

Publicar un comentario