domingo, 10 de julio de 2016

No importa si nos han lastimado… amar vale la pena


Todos alguna vez en la vida hemos sufrido por amor, hemos sido lastimados, hemos salido heridos y probablemente también hayamos hecho sufrir a alguien más, no importa cuánto hemos aprendido, la experiencia que hayamos tenido, el sufrimiento que hayamos podido atravesar, por amor siempre vale la pena, no hay nada más maravilloso en la vida que abrirse al amor.

Aunque alguna vez hayamos sufrido por amor, nada puede resultar más doloroso que no atreverse a amar nuevamente, escoger vivir la vida sin la voluntad de amar, puede conducirnos por un camino de amarguras y desilusiones, incluso al final del camino quizás hemos logrado librarnos del sufrir por amor, nuestra alma estará ilesa, pero habremos perdido un tiempo maravilloso invertido en relaciones, experiencias, amores y desamores… al final eso es parte de la vida y su belleza.
Estamos en la vida por amor y destinados a amar, vale la pena no importa lo que nos enseñe la vida, podemos llorar, podemos reír, podemos sufrir y ser las personas más exitosas de la vida y todo gira en torno al amor, negarnos a ello es negarnos a nuestra propia esencia y es tirar por la borda nuestra existencia, amamos en todos y en muchos sentidos, como amigos, como padres, como amantes, ese es nuestro principal motivo en la vida y el sufrimiento no únicamente se desprende de una relación amorosa turbulenta.
Y aquel que piense aliviado que escapa del amor, es menester decirle que hasta el odio representa un grado de amor, pero en su más mínima expresión, de allí que del amor al odio exista solo un paso, no es posible que te libres del amor, porque naces de él y luego no puede ser que no seas, eres amor y es de sabios no hacerlo a un lado…y es que realmente es posible vivir sin amar?…
No temas amar, libérate de todo prejuicio y de toda falsa creencia, de que si te cierras al amor y te aíslas vivirás tranquilo, la mayor intensidad va tomada de la mano con la locura que el amor representa, no te niegues la oportunidad de vivirla.
Pretender escapar del amor, es como ocultar la lluvia, el dolor y el sufrimiento que quede de enseñanza, que permita intensificar la manera en que nos entregamos y en que recibimos a los demás, saca del bien el mal y del mal el menos, actúa con sabiduría y no temas jamás…



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