La Bella Durmiente cierra los ojos pero no duerme.
Está esperando al príncipe.
Y cuando lo oye acercarse,
simula un sueño todavía más profundo.
Nadie se lo ha dicho, pero ella lo sabe.
Sabe que ningún príncipe pasa junto
a una mujer que tenga los ojos bien abiertos.
Marco Denevi
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