viernes, 26 de febrero de 2010

Fragilidad

Todo lo valioso en la vida es frágil, por eso es valioso. La vida es una galería llena de cristales y uno pasa por ella intentando ser un gato, hábil, sigiloso, para que nada se rompa porque vale.
Nuestro cuerpo es frágil. Nuestro corazón es frágil. Nuestra felicidad también es frágil.
Es un juego de equilibrista. Es caminar sobre la cuerda sin red sabiendo que un frágil movimiento nos hace caer al vacío... ¿Por qué seres tan frágiles nos creemos invencibles? La vida es valiosa porque es frágil. Un mal movimiento o un golpecito y el cristal se resquebraja, y nos corta en mil pedazos. Una mirada, una palabra, un gesto, una noticia nos recuerda lo frágiles que somos. Creemos que dureza es lo opuesto a fragilidad, pero la fuerza no está en la dureza sino en la fragilidad. Amás y al rato odiás. ¿Por qué un vínculo o un sentimiento puede ser tan frágil? Porque es débil o porque somos demasiado rígidos. Creemos que tenemos que mostrarnos fuertes como una roca, invencibles, solidos como un rascacielos. Pero los rascacielos se construyen con metros de oscilación para que se puedan mover y no sean rígidos...porque un rascacielos rígido al más mínimo viento se derrumba...

jueves, 25 de febrero de 2010

Fe y Esperanza

La esperanza tiene la amargura de la espera, pero la felicidad de lo infinito. La esperanza solo morirá si la dejás morir...
La esperanza no es soñar con lo posible, sino con lo imposible. El que tiene esperanza corre el riesgo de que eso que espera nunca llegue. La esperanza es prima hermana de la utopía, es un brote verde en el desierto. Ahí donde todo está perdido, donde solo hay desconsuelo, desolación, vacío, donde solo hay restos de un pasado que nunca va a volver. Ahí también hay esperanza, porque la esperanza es lo que queda cuando ya no queda nada.La esperanza está hecha de futuro. La esperanza es la que nos va a mantener vivos cuando ya no queden razones para vivir. Por eso es tan importante conservar la esperanza.La esperanza, es tener fe en que existen los oasis.La esperanza se conserva con paciencia sabiendo que todo llega, en su momento…se conserva con fe, fe en uno mismo y en la vida. La esperanza se conserva con templanza. La templanza es lo contrario a la desesperación, es saber esperar, con tranquilidad, con moderación. Se conserva usando la razón por sobre todas las pasiones,se conserva con ilusión y con fe, con mucha fe en que la vida te va a tirar ese centro que tanto necesitamos para meter el gol. Nadie puede vivir sin esperanza, por lago dicen que lo último que se pierde son las esperanzas…Porque si la perdés, estás muerto. Pero…¿qué es la esperanza? Es desear que algo pase, o es que la certeza de que eso que deseás va a pasar…Tener esperanza no es desear, sino saber, tener certeza de que eso que querés va a llegar…Vivir sin esperanza es tener la certeza de que lo que soñas nunca va a llegar, es estar derrotado antes de intentarlo. Porque cuando llega la tragedia y te golpea ¿cómo vas a dar pelea si no tenes un poco de esperanza?Solo hay que confiar. Vivir sin esperanza es vivir rendido en una pelea que no terminó, es solo poner la cara para recibir los golpes. Porque cuando uno pierde la esperanza pierde el rumbo, el norte, pierde todo.Confiar, creer, soñar, todo eso es tener esperanza. Saber que aunque el mundo se nos venga encima y por más imposible que parezca hay algo que nos va a salvar, algo o alguien. Porque la esperanza no es un deseo, es una certeza, una certeza de que después de todas las tormentas sale el sol. Es una certeza profunda de que aún en la peor crisis, no hay tal crisis. Porque sin esperanza no se puede vivir. Porque la esperanza es el motor de la gente feliz, es ese brillito en los ojos cuando pensas en la vida que queres para vos. La esperanza es la prima hermana de la fe. Tener esperanza es saber que eso, esa luz está ahí, aunque no la puedas ver está ahí. ¿Qué es lo opuesto a la oscuridad? La esperanza. Porque hasta para el ser más oscuro siempre hay una luz de esperanza, porque no se puede con la esperanza. Porque la esperanza vive hasta en el mundo más arrasado. Es una luz, chiquita, en la oscuridad.

FE

La falta de fe es falta de luz, porque la fe es creer en algo aunque no lo podamos ver. Perder la fe es estar convencidos de que eso que no está no va a estar nunca.La fe es una conquista que se pone a prueba todos los días. El que pierde la fe puede perder un juego, aunque lo esté ganando. Si uno pierde la fe se entrega a la muerte.Dicen que la fe mueve montañas, pero una montaña de fe mueve mucho más. Si vos crees en algo, por más que todos te digan que estás loco, no dudes, tenete fe.No hay nada peor que darse por vencido, aún cuando veas todo negro, cuando no veas la salida, cuando creas que no vale la pena seguir creyendo en eso que creías. Seguí, cerrá los ojos bien fuerte y tene fe. Porque el secreto es la fe, fe en la magia. La fe en que tu suerte puede cambiar.La vida va a poner tu fe a prueba una y mil veces, solo depende de cuanta fe tengas en lo que querés, de cuanta fe tengas en vos, de cuanta fe tengas en la vida.Murphy dice que los sucesos fortuitos tienden a suceder todos juntos. Yo prefiero creer que es una cuestión de fe.

martes, 16 de febrero de 2010

Debes llorar

..Debes llorar todo ese dolor...llorar la tristeza, llorar las tragedias, llorarlo todo. Llorar todo el dolor, sacarlo, porque ocupa un lugar de la alegría, del amor.
Cuando lloras no solo lloras el dolor, también lloras el odio, el resentimiento, la frustración, te vacías de todo eso.Cuando lloras riegas, y tal vez algo florezca. Porque cada lágrima trae una enseñanza, cada lágrima es una parte de ti que muere, cada lagrima es algo de ti que quiere renacer.Y una vez que lo hayas llorado todo, toda la tristeza, la soledad, comprenderás que las cosas simplemente son como son, y no por eso han de ser malas. Las cosas son como son, bellas, duras, inexplicables, complicadas. Hay de todo en la vida, obstáculos, alegría, sin sabores… llora mucho pero luego ríe, porque eso hacen los que tienen esperanza, lloran todo lo que esperan pero ríen sabiendo lo que vendrá.

lunes, 8 de febrero de 2010

...La vida que imaginé...

Cuando sos chico soñás con lo que vas a ser cuando seas grande. Y si te dejan soñar, soñás en grande….De grande medís tu vida como un parámetro ¿es mejor o peor de lo que imaginaste? Si soñaste mucho con la vida que querías, sabés muy bien lo que querés y también sabés lo que no querés, lo que no cuaja con lo que soñaste para vos. Al imaginar nuestra vida, nos convertimos en un personaje de nuestra propia novela. Perseguimos siempre esa vida que imaginamos… pero cómo se hace para vivir si sabés que esa vida que imaginaste nunca se va concretar? Lo que nos sostiene son los sueños, pero cómo hacés cuando entendés que eso es imposible? Hay que conformarse con la vida que nos toca? Hacemos lo imposible por ajustar nuestra vida a lo que soñamos y la vida se resiste…se revela nuestra idea de cómo debe ser.…El problema de los sueños es que a veces se convierten en capricho, querés esa felicidad que soñaste o nada. Cualquier detalle distinto a lo que imaginaste arruina la felicidad. Duele mucho la felicidad cuando sos un soñador. Pero lo que duele es lo ideal, no la realidad. La vida que imaginás puede ser un sueño, pero también puede convertirse en una cárcel. Hay que dejarse sorprender, que la vida elija por vos. Lo ideal te puede hacer perder de vista lo real…Si querés concretar tus sueños lo mejor es empezar por matar al ideal. No es matar los ideales, sino que hay veces que uno se imagina su vida como si fuera una película, una epopeya heroica, y es muy difícil estar a la altura de ese ideal. El ideal es tan brillante que puede terminar tapando lo bello de la realidad. Podés sufrir toda la vida por ese ideal, hermosos, puro, brillante, pero lejano y cada vez más lejano. Hay que poder distinguir los sueños del ideal. Los sueños son pequeñas excusas que nos ayudan a crecer. El ideal es una gran mole de oro que nos paraliza. En cambio la realidad es frágil, endeble, imperfecta, pero verdadera. Porque al final del camino uno puede contar la vida que vivió, no la que imaginó. Entonces mejor que imaginar la vida es vivirla.

sábado, 6 de febrero de 2010

He aprendido...

A no mendigar
por una caricia.
A no rogar
por un "Te Quiero".
A no pedir
un beso.
A no llorar
por un perdón.
A no reprochar
una promesa rota.
A no juzgar
sin conocer.
A no opinar
sin saber.
Lo único que me
falta aprender es
¡Cómo olvidarte!....